23 de junio de 2019

Nuevo: 22(2), julio 2019. Las redes sociales en educación: desde la innovación a la investigación educativa



RIED. Vol. 22, Núm. 2 (2019)
Las redes sociales en educación: desde la innovación a la investigación educativa

DOI: https://doi.org/10.5944/ried.22.2 . Número completo
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Tabla de contenidos

Artículo Editorial
Lorenzo García Aretio

Monográfico
Verónica Marín-Díaz, Julio Cabero-Almenara

Julio Cabero Almenara, Annachiara Del Prete, Maria Luisa Arancibia Muñoz
María Josefa Vilches Vilela, Eloísa Reche Urbano

Rosabel Roig Vila, Juan Francisco Álvarez Herrero

Jesús Salinas Ibáñez, Victoria Irene Marín Juarros

Eneko Tejada Garitano, Carlos Castaño Garrido, Ainara Romero Andonegui

Verónica Marín-Díaz, Esther Vega-Gea, Don Passey

Guadalupe Aurora Maldonado Berea, Janet García González, Begoña Esther Sampedro Requena

Estudios e investigaciones
Juan Carlos Rivadulla López, Marisol Rodríguez Correa
Analía Claudia Chiecher
Lucrecia Keim Cubas, Gemma Delgar Farrés

María Obdulia González Fernández, Pablo Huerta Gaytán
Daniela Karine Ramos, Gleice Assunção da Silva

Juan José del Peral Pérez

Rodolfo Martinic Lenta, Sergio Urzúa Martínez, Ricardo Úbeda Menichetti, Roxana Aranda Gengler

Teresa Torres-Coronas, María-Arántzazu Vidal-Blasco

19 de junio de 2019

Videojuegos activos y cognición. Propuestas educativas en adolescentes

La evidencia científica actual ha corroborado que una manera de estimular la función cognitiva es a través de la práctica habitual de actividad física, componente intrínseco de los videojuegos activos. Recientes estudios han demostrado que con la inclusión de este tipo de videojuegos durante la jornada escolar se podrían reducir los niveles actuales de sedentarismo en adolescentes, favoreciendo una mejor condición física, socialización y desarrollo integral de aquellos que los practican. Además, estos podrían ser útiles para mejorar los resultados cognitivos y académicos. Sin embargo, estos efectos se encuentran aún casi inexplorados y muy pocos estudios han establecido la relación entre estas variables. Por ello, el objetivo de este trabajo es revisar y analizar los resultados de las investigaciones más actuales basadas en la influencia de los videojuegos activos sobre la cognición en adolescentes. Se revisaron las bases de datos PubMed, Web of Science, Sportdiscus y ProQuest, estableciendo un límite temporal de los últimos diez años. Seis fueron los estudios incluidos, todos mostraron una asociación positiva en estas variables y solo tres de los estudios incluyeron covariables. Estos resultados sugieren que promover programas mediante videojuegos activos podría tener un gran potencial para el desarrollo cognitivo y académico en esta etapa educativa. Además, permitirían el desarrollo de hábitos saludables de actividad física, el aumento de la motivación del alumnado y una mejor socialización.

Ruiz Ariza, A., López Serrano, S., Suarez Manzano, S., y Martínez López, E. J. (2018). Videojuegos activos y cognición. Propuestas educativas en adolescentes. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 21(2), pp. 285-303. doi: http://dx.doi.org/10.5944/ried.21.2.19799

8 de junio de 2019

Con manos de mujer… la edición de revistas científicas en Educación



Fuente. Aula Magna. Por Marta Ruíz Corbella1 y Blanca Arteaga-Martínez2
Editora de Aula Magna 2.0. Editora Jefe de Educación XX1. Facultad de Educación (UNED)
2 Coeditor Aula Magna 2.0. Universidad de Alcalá

Había una vez una mujer… empezaba el cuento que contaba la historia de aquella mujer editora de una revista de educación…
Hoy es 8 de Marzo, y desde Aula Magna 2.0 queremos también hacer nuestro particular homenaje a nuestras compañeras, editoras y directoras de revistas que están irrumpiendo con fuerza y buen hacer en un entorno que hasta hace pocos años ha sido claramente masculino.
Toda fecha es importante y cada persona puede otorgarle un sentido que le ayude a recuperar la relevancia de un tema y la memoria de su historia. Pero con un claro objetivo: lograr que ese tema siga estando presente y forme parte de su proyecto vital. Memoria para mejorar nuestra realidad. Y hoy es una de esas fechas que contiene un enorme significado. Día Internacional de la Mujer, en el que “las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar su día, pueden contemplar una tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo” (Fuente: Naciones Unidas). 
En estos días nos estamos encontrando informes, artículos de prensa, declaraciones, y un largo etcétera sobre este tema. Pero no hemos leído o escuchado, al menos no ha caído en nuestras manos, ninguno que haga referencia a la presencia de la mujer en la comunicación científica. Nos surge de nuestra propia vivencia una cuestión: ¿qué lugar ocupamos como editoras de revistas científicas? Y como revisoras, ¿es significativa nuestra presencia?.
A modo de ejemplo, y para iniciar la reflexión sobre esta temática, recogemos unos datos de una entrada publicada el pasado mes de abril en el blog Mujeres con ciencia. Aunque se centra únicamente en el área de Ciencia y Tecnología (STEM), lo que se expone sirve como referencia para nuestra área de educación. Según Jory Lerback (Universidad de Utah) y Brooks Hanson (Unión Geofísica Americana), en las publicaciones científicas el 80% de los revisores son hombres. Las mujeres rechazan con mayor frecuencia el ser evaluadoras, alegando “falta de tiempo, mucho trabajo o no ser expertas en el tema que trata el artículo”.  Aunque no tenemos datos exactos de esta situación, sí subrayamos esta realidad, ya que recibimos más negativas –o sencillamente no responden- de mujeres que de hombres al invitarlas a evaluar un trabajo”. Debemos profundizar en los motivos que les lleva a esta negativa, aunque podríamos adelantarlos.
Resulta interesante el trabajo de Molly King y sus colegas (Universidad de Stanford), sobre las autocitas en artículos publicados entre 1779 y 2011 de la base de datos JSTOR. El resultado es que los científicos se autocitan un 56% más que las científicas ¿Consiguen de esta forma una mayor visibilidad?  
¿Y qué sucede con el rol de editor/a de una revista científica? Aquí nos centramos en la situación en nuestra área. Hemos recogido los datos del Scimago Journal Rank, y comprobamos (Figura 1) que la presencia de editoras continúa siendo muy baja, cuando estamos en un área con fuerte presencia de profesoras e investigadoras.
Figura 1. Elaboración propia desde SJR (2017) (Educación-España)
Tal como Dana Britton (2017) recoge en su estudio, las propias investigadoras afirman que el género no influye en su ambiente de trabajo, lo minimizaban, pero, a la vez, lo definen como un ambiente frío y confirman que viven situaciones en las que las oportunidades y las opciones que se les presentan en su trayectoria profesional no pueden ser aprovechadas de la misma forma y menos con el mismo ritmo. Aunque no se reconozca,  “el género es un componente habitual en la práctica y en las expectativas de su trabajo” (Angulo, 2018).
La mayoría de los estudios sobre la desigualdad de género en la publicación se han referido al género de los autores (Buckley y otros, 2014), pero no se fijan en otros puestos relacionados de manera directa con los distintos roles de desempeño en la comunicación científica.
No encontramos estudios específicos en el campo de la educación relacionados de manera concreta con la ocupación de las mujeres, aunque los encontramos en otras áreas científicas; por ejemplo, un estudio (Lerback y Hanson, 2017) entre 2012 y 2015 de las revistas de la American Geophysical Union (AGU), las mujeres de todas las edades tienen menos oportunidades para tomar parte en la revisión por pares.
Tenemos también estudios en áreas como la economía “en 1998, el Comité de Mujeres de la Royal Economic Society exploró la composición de género de juntas editoriales de 25 revistas en las que al menos uno de los editores tenía su sede en el Reino Unido. Esta tarea se repitió en 2003, 2011 y en 2016. El número de mujeres en la gestión como editores o coeditores ha aumentado lentamente con el tiempo y ahora está en línea con la proporción de mujeres entre los profesores” (Mumford, 2016).
Como editoras de revistas científicas y de este blog Aula Magna 2.0, defendemos nuestra responsabilidad irrenunciable a seguir facilitando el camino para la presencia de la mujer en la comunicación científica, a invitar a que participen en este proceso a nuestras colegas, a formar a las jóvenes generaciones en este proceso de tal forma que en un futuro muy cercano sean un buen  número las que figuren como editoras de nuestras revistas científicas. Para ello debemos seguir dando pasos, y quizás esta entrada, sea el primero de un necesario movimiento.
Referencias bibliográficas:
Angulo, E. (2018). Algunos detalles del sesgo de género en la ciencia. Recuperado de https://mujeresconciencia.com/2018/04/17/detalles-del-sesgo-genero-la-ciencia/
Lerback, J., & Hanson, B. (2017). Journals invite too few women to refereeNature News541, 455- 457.
Mumford, K. A. (2016). On Gender, Research Discipline and being an Economics Journal Editor in the UKRoyal Economics Society Newsletter.
Buckley, H. L., Sciligo, A. R., Adair, K. L., Case, B. S., & Monks, J. M. (2014). Is there gender bias in reviewer selection and publication success rates for the New Zealand Journal of Ecology?New Zealand Journal of Ecology, 38(2).
Cómo citar esta entrada:
 Ruíz Corbella, M. y Arteaga-Martínez, B. (2019). Con manos de mujer… la edición de revistas científicas en Educación. Aula Magna 2.0 [Blog]. Recuperado de:http://cuedespyd.hypotheses.org/6098