A partir de la observación directa de los cursos más populares en la plataforma edX (muestra focalizada en noviembre de 2020 que incluyó títulos de Harvard, IBM, ETS y University of Queensland), este artículo constata un patrón claro: el material audiovisual dominante reproduce la clase magistral en formato vídeo.
Los autores muestran cómo cursos como Data Science, R Basics (Harvard, 552.278 inscritos) o IELTS Academic test preparation (University of Queensland, 1.133.797 inscritos) acumulan piezas con duraciones muy dispares, desde 1 h 26 min hasta más de 24 h en algún caso, pero que la gran mayoría son videoconferencias o “videoapuntes”. Incluso cuando aparecen iniciativas más cercanas (por ejemplo, Rhetoric, en el que el profesor graba en un aula real), el resultado suele ser, esencialmente, la traslación del auditorio al soporte digital.
A partir de esa constatación, los autores derivan dos conclusiones prácticas. Por un lado, reconocen el valor pedagógico incontestable de los MOOC: facilitan el acceso masivo a experticia que, de otro modo, sería inaccesible para amplios colectivos. Por otro lado, señalan que muchas piezas desaprovechan las posibilidades expresivas del medio audiovisual: escasean animaciones significativas, dramatizaciones de peso y entrevistas relevantes, y apenas se recurre a formatos interactivos (hipervídeos, cuestionarios integrados) que harían la experiencia más dialógica.
Finalmente, el artículo plantea que la mejora de los MOOC no es tanto una cuestión de pura innovación técnica como de diseño instruccional. Los autores proponen orientar los materiales hacia microvídeos centrados en objetivos de aprendizaje, secuencias que alternen demostración y reto práctico, actividades síncronas para cohortes reducidas, evaluaciones formativas y piezas audiovisuales interactivas que exijan toma de decisiones. Subrayan también la necesidad de segmentar la oferta: la persona que busca reciclaje profesional no requiere el mismo formato que el oyente casual.
En vez de renunciar a la escala por ganar interactividad, sugieren explorar modelos híbridos (cohortes tutoradas dentro de cursos masivos, módulos “pro” con feedback personalizado, redes de aprendizaje entre pares) y plantean como cuestión urgente cómo escalar esas propuestas sin sacrificar accesibilidad.
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Cómo citar: Caerols Mateo, R., Sindorenko Bautista, P., & Osuna-Acedo, S. (2022). Los MOOC en la formación continua y especializada: ¿nuevas narrativas y formatos audiovisuales? Mitos y retos. RIED-Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 25(1), 81–99. https://doi.org/10.5944/ried.25.1.30023
