8 de noviembre de 2023

“El gran fiasco de las pantallas en la educación” – o viceversa –

Escrito por Ivan Sánchez-López [i]
Universidad de Alicante

Palabras clave: NAER, Educación, pantallas, desdigitalización, alfabetización digital

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“Las mejores escuelas cierran la puerta a los dispositivos electrónicos porque han visto que distraen y empeoran el aprendizaje. Vuelven al libro de texto y a los apuntes a mano” (Sanmartín, 2023).

Las mejores escuelas escriben a mano

La determinación con la que se encaja un titular o una entradilla define percepciones, posiciones, voluntades y necesidades. También son el reflejo de una coyuntura, la de nuestra cultura de masas, atravesada por los efectos demoledores de una continuada revolución digital. Efectos demoledores sobre modelos de negocio enteros, acuciados ahora por la velocidad, bajo la presión constante de la necesidad de generar tráfico.

Al periodismo se le presupone veracidad, precisión, imparcialidad, contexto y profundidad. Veracidad, en este caso, sobre un tema relevante como la prohibición del uso de dispositivos electrónicos en ciertos espacios de formación. Precisión a la hora de clasificar y distinguir tipos de dispositivos electrónicos, los usos en entornos educativos sobre los que se informa, los efectos demostrados, segmentación por edades… Imparcialidad para definir y seleccionar esas mejores escuelas a las que apela la entradilla. Contexto para conocer el por qué se produce la prohibición del uso del teléfono móvil en Francia, por ejemplo, y profundidad para alcanzar a aclarar que la ley francesa permite el uso de estos dispositivos para usos pedagógicos (Ministère de l’Éducation Nationale et de la Jeunesse, 2023).

La publicación del artículo ha suscitado cierto revuelo en redes sociales. Un revuelo óptimo para la polarización y, evidentemente, para responder a la necesidad de generar tráfico. Un debate que, en su trasfondo, recuerda al enfrentamiento maniqueo dibujado por Eco entre apocalípticos e integrados (1964). De forma maniquea también, encontramos aquí a las voces sobre el Apocalipsis hacia el que nos dirigen las máquinas electrónicas frente a los tecnófilos, los hooligans de la cibercacharrería.

Fuente de imagen: Ksenia Chernaya

Pedagogos nocivos y la ciencia caviar

Están los pedagogos nocivos (¿se infiere, quizás, en el artículo que estos son los “pedagogos progresistas” que pretenden poner al alumno en el centro del aprendizaje?), los pedagogos beneficiosos (los de las mejores escuelas), y los pedagogos y las pedagogas que, en su día a día, tratan de educar.

Tratan porque, sin grandes aspavientos, están formando a las nuevas generaciones de las sociedades más complejas de la historia de la humanidad. Ahí es nada.

Y los debates maniqueos no ayudan.

La ciencia. La ciencia quizás pueda ser un buen punto de partida. Quizás no tanto como los titulares, pero algo tendrá que decir.

Sobre las pantallas, la exposición y las consecuencias para el desarrollo en edades tempranas encontramos diversos trabajos recientes. Pappas (2022), desde la American Psychological Association, se pregunta: “What do we really know about kids and screens?”. Encuentra 4 puntos clave:

  1. Los niños menores de 2 años no aprenden de las pantallas tan bien como lo hacen de las interacciones en vivo.
  2. Co-ver los medios de comunicación con los padres puede proteger a los niños pequeños contra muchos aspectos negativos del tiempo de pantalla.
  3. El tiempo de televisión se correlaciona con la obesidad en los jóvenes.
  4. Cumplir con el sueño, el tiempo de pantalla y las directrices de actividad física se asocia con los mejores resultados de salud mental en los adolescentes, pero pocos adolescentes cumplen con los tres.

En el scoping review de Adams et al. (2023), se concluye que no se encuentra ninguna relación causal entre la exposición a pantallas y el daño cognitivo infantil. En otro de los artículos viralizados por la prensa, el de Takahashi et al. (2023), se apunta, sin embargo, a una asociación dosis-respuesta entre un mayor tiempo de pantalla a la edad de 1 año y retrasos en el desarrollo de la comunicación y la resolución de problemas a los 2 y 4 años. Gastaud et al. (2023) concluyen que los niños expuestos a medios digitales durante 2 horas o más al día obtienen puntuaciones más bajas en desarrollo cognitivo. Las investigaciones de Dy & Santos (2023) van en esta línea, observándose en este caso un peor desarrollo del lenguaje. Dubreu-Béclin (2018), por su parte, argumenta que el uso excesivo de pantallas no deja a los niños tiempo suficiente para explorar su entorno a través de su cuerpo e interactuar emocional y lingüísticamente con quienes les rodean.

Sí, también hay debate en la ciencia. Pero, a diferencia del patio twittero (X-ero), a las discusiones científicas se las riega de contexto y argumentos, a partir de resultados y conclusiones, obtenidos a través de un enfoque metodológico, unas técnicas de investigación, unas muestras definidas y una descripción de los estados del arte. Las personas interesadas, podrán incluso advertir pistas significativas en el desarrollo de los artículos…. Lo veremos más adelante.

Ajedrez, porno y computación cuántica

Cuesta imaginarse al alumnado de un máster de Management saliendo ahí fuera, al despiadado mercado laboral, armado con lápiz y papel. Y es que, en demasiadas ocasiones, el negacionismo digital (véase Sánchez-Vera & Adell, 2023) se posiciona en un discurso reduccionista, de brocha gorda, mezclando churras con merinas. Ciencia y refranero. Ahí sí está el núcleo del conocimiento. 

La exposición a las pantallas es un tema.

Los usos de dispositivos electrónicos (sin finalidad pedagógica) en espacios educativos es otro.

La virtualización de las relaciones interpersonales es otro.

La nomofobia, otro.

Las ventajas y desventajas de la escritura a mano para el aprendizaje, otro.

La desconexión digital, otro.

La salud mental, la desdigitalización, los fake resources, la sobreexposición a las pantallas, el acceso al porno, las vulnerabilidades de los sistemas informáticos… Sumemos los cruces con poblaciones y variables determinantes como grupo etario, zona geográfica, estatus socieconómico, género… Demasiados asuntos con demasiada relevancia, mezclados para un único titular.  

Con la puerta cerrada de las mejores escuelas a los dispositivos electrónicos cabe esperar, sin embargo, que se produzca una supresión sistemática de toda problemática relacionada con la tecnología. Ya sea por la vía de la alfabetización espontánea, la migración analógica de la sociedad, o por una abolición digital dictada por un Gobierno firme, que no se escude en argucias.

Ni hablemos, por supuesto, de presuntas potencialidades del uso (crítico, reflexionado, estratégico…) de las tecnologías (nuevas, emergentes, digitales…) en los procesos de enseñanza-aprendizaje (Cabero, 2007; Adell, 1997; Mañas-Pérez & Roig-Vila, 2019; Sánchez-López, 2020; Aguaded & Romero-Rodríguez, 2015; Aparici, 2010…).

La ciencia, la luna y el dedo que apunta

Disculpas de antemano por el tono, alineado con el Eco más beligerante (1987). Retomemos para cerrar. Decíamos que las personas interesadas podrán incluso advertir pistas significativas en el desarrollo de los artículos científicos. En el ya citado Dubreu-Béclin (2018), por ejemplo. Se argumenta que es vital dar a los niños la oportunidad de hablar sobre las imágenes a las que se enfrentan y ofrecer más educación mediática a todas las edades. O en la investigación viral de Takahashi et al. (2023), por la que el Washington Post publicó el artículo: “Study links 1-year-olds’ screen time with developmental delay risks”. Los autores aclaran que la información obtenida no les permitió separar tiempo de pantalla educativo del resto. De haberlo hecho, explican, podrían haber examinado la asociación entre tiempo frente a la pantalla y el desarrollo infantil teniendo en cuenta tanto los aspectos positivos como los negativos.

Detalles.

Atendiendo a este breve argumentario, y retomando el pulso del texto original, nos atreveríamos a plantear un titular alternativo que consideramos que da mejor cuenta de lo que en él subyace. Sería:

“El gran fiasco de la educación en las pantallas”.

Habría que ver si encaja en percepciones, posiciones, voluntades y necesidades.

Referencias:

Adams, C., Kubin, L. & Humphrey, J. (2022). Screen technology exposure and infant cognitive development: A scoping review. Journal of Pediatric Nursing, 69, 97-104. https://doi.org/10.1016/j.pedn.2022.12.013

Adell, J. (1997). Tendencias en educación en la sociedad de las tecnologías de la información. Revista Electrónica de Tecnología Educativa, (7).

Aguaded, I. & Romero-Rodríguez, L. M. (2015). Mediamorfosis y desinformación en la infoesfera: Alfabetización mediática, digital e informacional ante los cambios de hábitos de consumo informativo. Education in the Knowledge Society, 16(1). https://doi.org/10.14201/eks20151614457

Aparici, R. (coord.). (2010). Educomunicación: más allá del 2.0. Gedisa.

Cabero, J. (coord.). (2007). Tecnología educativa. McGraw-Hill.

Dy, A.B.C. & Santos, S.K. (2023). Measuring effects of screen time on the development of children in the Philippines: a cross-sectional study. BMC Public Health, 23(1261). https://doi.org/10.1186/s12889-023-16188-4

Eco, U. (1987). Para una guerrilla semiológica. En U. Eco, La estrategia de la ilusión. Lumen.

Eco, U. (2011). Apocalípticos e integrados. Penguin Random House.

Dubreu-Béclin, A. (2018). Exposition aux écrans et croissance psychique. L’évolution psychiatrique, 83(3). https://doi.org/10.1016/j.evopsy.2018.05.002

Gastaud, L.M., Trettim, J.P., Scholl, C. C., Rubin, B. B., Coelho, F.T., Krause, G.B., Ferreira, N.M., de Matos, M.B., Pinheiro, R.T. & de Avila Quevedo, L. (2023). Screen time: Implications for early childhood cognitive development. Early Hum Development, 183. https://doi.org/10.1016/j.earlhumdev.2023.105792

Mañas-Pérez, A. & Roig-Vila, R. (2019). Las tecnologías de la información y la comunicación en el ámbito educativo. Un tándem necesario en el contexto de la sociedad actual. Revista Internacional d’humanitats, 45, 75-86.

Ministère de l’Éducation Nationale et de la Jeunesse. (2023, 1 de noviembre). Interdiction du téléphone portable dans les écoles et les collèges. Education.gouv.fr. https://acortar.link/FBx8mm

Pappas, S. (2022, 30 de junio). What do we really know about kids and screens? American Psychological Association. https://www.apa.org/monitor/2020/04/cover-kids-screens

Sánchez-López, I. (2020). Narrativas en la era digital: Mediaciones del relato y empoderamiento creativo en la generación Z. [Tesis Doctoral, Universidad de Huelva]. Repositorio institucional UHU. http://hdl.handle.net/10272/18989

Sánchez-Vera, M. M., & Adell, J. (2023, 24 de junio). El negacionismo digital. El diario de la educación. https://acortar.link/utUvaS

Sanmartín, O. R. (2023, 26 de octubre). El gran fiasco de las pantallas en la educación. El Mundo. https://acortar.link/DlAhky

Takahashi, I., Obara, T., Ishikuro, M., Murakami, K., Ueno, F., Noda, A., Onuma, T., Shinoda, G., Tsuchiya, K. J., Kuriyama, S.   (2023). Screen Time at Age 1 Year and Communication and Problem-Solving Developmental Delay at 2 and 4 Years. JAMA Pediatrics, 177(10),1039–1046. https://doi.org/10.1001/jamapediatrics.2023.3057

Cómo citar esta entrada:

Sánchez-López, Iván (2023). “El gran fiasco de las pantallas en la educación” – o viceversa -. Aula Magna 2.0 [Blog]. https://cuedespyd.hypotheses.org/14186

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[i] Iván Sánchez-López es un profesional e investigador de la comunicación digital y la educación. Doctor en Comunicación por la UHU e investigador Postdoc Margarita Salas en la UA. Miembro del Grupo de investigación GIDU-EDUTIC/IN (Ref. VIGROB-330), VIGROB-125, y Ágora. Miembro de la Red Alfamed y de la Cátedra UNESCO de Educación, Investigación e Inclusión Digital. Más en https://ivansanlop.myportfolio.com/

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Tomado de Aula Magna 2.0 con permiso de sus editores.