En "La transformación a la virtualidad de un curso en educación superior mejora el desempeño académico estudiantil", Teresa Freire y Carolina Rodríguez presentan una evidencia empírica que desafía una de las creencias más extendidas y a menudo infundadas sobre la educación universitaria: que el aprendizaje en línea es un sustituto inferior del aula tradicional.
Basándose en una muestra de más de 2.500 estudiantes de Medicina en la Universidad de la República (Uruguay), las autoras comparan dos versiones idénticas de un curso de Hematología e Inmunología, una presencial (2019) y otra digital (2020), y hallan algo sorprendente: los estudiantes del entorno virtual no solo participaron más, sino que obtuvieron mejores resultados académicos.
El estudio no se limita a una comparación estadística. Revela, más bien, cómo la estructura misma del aprendizaje, sus incentivos cognitivos y sociales, puede mejorar al ser rediseñada para entornos digitales.
En la versión en línea, las clases magistrales se transformaron en breves videos que los estudiantes podían revisar a su ritmo; las actividades en grupo se ampliaron y se volvieron obligatorias en un 80%; y se añadieron instancias de autoevaluación y retroalimentación inmediata. En otras palabras, el cambio tecnológico se combinó con un rediseño pedagógico que favoreció la práctica distribuida, la cooperación y la autorregulación, todos factores bien conocidos en la literatura psicológica como catalizadores del aprendizaje duradero.
Freire y Rodríguez, en lugar de lamentar la “pérdida de la presencialidad”, muestran que la pandemia funcionó como un experimento natural para repensar la educación superior. Su conclusión es clara y optimista: cuando el entorno digital se utiliza no como un repositorio pasivo de contenidos, sino como un laboratorio interactivo de resolución de problemas, el rendimiento académico mejora.
En el fondo, este trabajo sugiere una verdad sencilla pero produnda: la mente humana prospera cuando el aprendizaje se convierte en una actividad activa, social y deliberadamente estructurada. La lección no es tecnológica, sino humanista: enseñar mejor implica entender mejor cómo pensamos.
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Cómo citar: Freire, T., & Rodríguez, C. . (2022). La transformación a la virtualidad de un curso en educación superior mejora el desempeño académico estudiantil. RIED-Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 25(1), 299–322. https://doi.org/10.5944/ried.25.1.31465
