Las universidades han de innovar, evolucionar y reinventarse.
La tendencia es hacia la educación abierta, entendiendo ésta como la construcción de experiencias de aprendizaje flexible en relación con el qué, el dónde, el cuándo y el cómo. Y en este sentido, las TIC serán útiles en muchas formas: anulando barreras, proveyendo el acceso a la educación sin fronteras de tiempo ni espacio, incrementando la colaboración, promoviendo la enseñanza personalizada y facilitando el uso y acceso a recursos educativos abiertos (OER).
Para ello se pueden diseñar cuatro escenarios de aprendizaje en enseñanza superior que, además de ser complementarios, requieren de la utilización de tecnologías y por ende del desarrollo de competencias digitales en docentes y discentes (véase la figura 1).
Figura 1. Cuatro escenarios de Aprendizaje en las nuevas universidades |
En ese mismo sentido se articulaba ya el modelo de competencias clave de la Comisión Europea y en él se define la competencia digital como “uso seguro y crítico de las tecnologías de la sociedad de la información (TSI) para el trabajo, el ocio y la comunicación”.
A partir de este concepto, diversos autores e instituciones elaboran sus modelos de competencia digital.
Aunque los modelos de base que sustentan el análisis de la competencia digital suelen presentar grandes similitudes, es necesario diferenciar aquellos aspectos de la competencia digital del profesorado según la etapa de enseñanza en la que nos situemos. En este artículo vamos a centrarnos en la competencia digital docente del profesorado universitario, con todas sus especificidades.
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Como referenciar este artículo: Durán, M. C., Prendes, M.P.E. y Guriérrez, I. P. (2019). Certificación de la Competencia Digital Docente: propuesta para el profesorado universitario. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 22(1), pp. 187-205. https://doi.org/10.5944/ried.22.1.22069